Atzo y Gaur: Se conmemoran 41 años de la matanza de cinco obreros en Gasteiz a manos de la policía de Fraga
 Atzo (Ayer)
Gasteiz, 3 de marzo de 1976. Foto: Koldo Larrañaga

Atzo y Gaur: Se conmemoran 41 años de la matanza de cinco obreros en Gasteiz a manos de la policía de Fraga:  “Procedan a desalojar la iglesia, a palo limpio” dijo un policía por radio a sus subordinados.

5 de la tarde del 3 de marzo de 1976. Vitoria-Gasteiz. La iglesia de San Francisco de Asís del barrio  de Zaramaga. 5.000 personas se congregaron dentro del edificio y otras tantas permanecían fuera, en el marco de una protesta obrera.

A la vista de los hechos que dejaron cinco muertos y más de 150 heridos, y teniendo en cuenta los métodos empleados por la policía franquista (pese a que el dictador ya había muerto), la frase del policía al inicio citada, se antoja del todo errónea. Debiera ser: “Procedan a desalojar la iglesia, a bala limpia”.

Hace 41 años que se produjo uno de los mayores actos de terrorismo de estado perpetrados por la democracia. Tras dos meses de intensa huelga interrumpida y dos días de huelga general, el 3 de marzo estaba convocado un parón total y una consecuente manifestación. Las participantes en la concentración se reunieron en la iglesia para llevar a cabo una asamblea general informativa en la que el propio párroco de San Francisco de Asís participó.

El lugar elegido para el acto no era casual. Según el concordato entre el régimen franquista y el Vaticano de 1953, las fuerzas armadas no podían irrumpir en un edificio católico salvo extrema urgencia. Los acontecimientos posteriores demuestran que la estrategia preventiva de la clase obrera no pudo evitar la dura represión.

La policía atacó con gases lacrimógenos y material antidisturbios la iglesia, y presas del pánico y asfixiadas, las personas allí reunidas no tuvieron otra opción que intentar salir del recinto. Los cuerpos de seguridad del estado reprimieron violentamente contra los que huían indefensos y acabaron por disparar con armas de fuego y a discreción, tanto a las reunidas en asamblea como a la manifestación concentrada fuera de la iglesia. El resultado: 2 asesinados en el acto y 3 heridos de bala que acabaron falleciendo en el hospital. Cinco muertos de entre 17 y 32 años que tenían familias y nombres: Bienvenido Perea, Francisco Aznar, Romualdo Barroso, Pedro Martínez y José García.

Lejos de ser un acto fruto de una escalada de violencia como sugirió el informe de la Dirección General de la Policía presentado el 6 de julio de 1976, la premeditación de la represión queda clara en la conversaciones radiofónicas de la policía ese día: “Manden fuerza para aquí. Ya hemos disparado más de dos mil tiros. ­ ¿Cómo está por ahí el asunto? ­Te puedes figurar, después de tirar más de mil tiros y romper la iglesia de San Francisco. Te puedes imaginar cómo está la calle y cómo está todo. ­ ¡Muchas gracias, eh! ¡Buen servicio! ­Dile a Salinas, que hemos contribuido a la paliza más grande de la historia. ­Aquí ha habido una masacre.”

Gaur (Hoy)

Homenaje en Gasteiz en 2016, 40 aniversario de la matanza. Foto: @Martxoak3

En 2016 se celebraron los 40 años de la masacre del 3 de Marzo. Este año se cumplen 41. El tiempo ha transcurrido pero la reparación no ha llegado. Pese a que en las grabaciones radiofónicas se escuchan nombres tanto reales como en clave, el caso fue sobreseído en la Transición por la jurisdicción militar. Tampoco se han depurado responsabilidades políticas, pese a que la jueza argentina María Servini de Cubría sentenciaba en 2014 que eran necesarias penas de prisión para los mandatarios implicados en la matanza ya que los cometidos eran crímenes de lesa humanidad. Incluso la Interpol solicitaba la detención preventiva para varios de los responsables. Sus nombres son conocidos: Manuel Fraga, Ministro de Gobernación; Adolfo Suárez, Ministro de Gobernación en funciones dado que Fraga estaba de viaje a Alemania; Rodolfo Martín Villa, Ministro de Relaciones Sindicales; Alfonso Osorio, Ministro de Presidencia; y Jesús Quintana, capitán de la Policía Armada durante el asalto. Nadie puso un pie en prisión.

Para combatir la total impunidad del caso, nació Martxoak 3, una organización que trata de reparar los daños irreparables de ese sangriento 3 de marzo. Su objetivo, tal y como informó el pasado 27 de febrero el portavoz del grupo, Andoni Txasko, se centra en exigir, además de la reparación de la matanza de 1976, “una ley de Memoria y de Víctimas justa e igualitaria que partiendo de 1936 y hasta nuestros días aborde todas las vulneraciones de derechos humanos”.

El pasado 27 de febrero, el colectivo Martxoak 3 presentó los actos conmemorativos que empezaron el martes 28 de febrero con la proyección del documental Montejurra 76 Claveles rojos para un adiós. La conmemoración terminará el sábado 4 de marzo en Dulantzi y Madrid con la proyección del documental Llach, La Revolta Permanent en cuyo coloquio posterior participarán el alcalde de Vitoria-Gasteiz Gorka Urtaran, el productor del documental Jaume Roures, Andoni Txasko, miembro de Martxoak 3 y el propio Lluís Llach.

Por otro lado, este viernes, 3 de marzo, se celebrará una concentración a las 12.00 de la mañana organizada por EH Bildu en el monolito en memoria de los cinco trabajadores asesinados por la Policía en 1976 de la localidad alavesa de Alegria-Dulantzi, y un homenaje a los muertos a partir de las 18.30 en el mismo emplazamiento.

Además, el grupo Soziedad Alkoholika ha compuesto este año una canción que recibe el nombre de “No olvidamos, 3 de Marzo”, y que denuncia a los asesinos de obreros: