El Partido Popular y la moral franquista
El Partido Popular y la moral franquista:

Pedro Luis Angosto
ZEn Noviembre de 1963 el dirigente comunista Julián Grimau fue detenido por la Brigada Político-Social de la policía franquista. Conducido a la Dirección General de Seguridad sito en el mismo lugar donde hoy se ubica el gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid que preside Cristina Cifuentes, fue torturado hasta la extenuación y arrojado por la ventana del segundo piso a la calle. Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo, compareció ante los medios advirtiendo de las maldades infinitas del dirigente comunista, del magnífico trato que le habían dispensado los torturadores y del interés de Grimau por quitarse la vida para ponerse cuanto antes al lado de Lenin en el más allá. Pese a la campaña internacional que desde muchos países de Europa y América pidió el indulto de Grimau, Franco y sus ministros decidieron fusilarlo meses después sin haberse repuesto de las tremendas heridas que le causaron las torturas y la defenestración final. El Vicepresidente Muñoz Grandes y el ministro Manuel Fraga continuaron hablando de la hidra bolchevique.