TUDELA. Después de más de 16 años trabajando por la recuperación de la Memoria Histórica, Francisco Etxeberría señaló que Aranzadi ha conseguido exhumar alrededor de 8.000 esqueletos encontrado en las más de 500 fosas que ha abierto por todo el país. El prestigioso forense, profesor titular de Medicina legal y forense en la Universidad del País Vasco y presidente de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, estuvo el pasado viernes ofreciendo una charla en Tudela bajo el título Exhumando cadáveres, recuperando dignidades, dentro del ciclo organizado con motivo de la exposición Tudela 1936-1939: Sus protagonistas, que concluirá el próximo viernes 27 de enero.
Etxeberria señaló que en 2000 realizó su primera exhumación en Priaranza (León) y reconoció que “tal era mi ignorancia que desconocía que pudiera existir ese tipo de enterramientos de asesinados en la Guerra Civil”. El premiado forense señaló que “hay historiadores que han despreciado la memoria histórica porque creían que ni es memoria ni es historia. Algunos profesionales lo despreciaron porque señalaban que no servía porque no generaba conocimiento. Esa bobada que se ha dicho desde alguna universidad sobre la memoria histórica”.
En su charla se definió como “un médico atípico”, encajó la memoria histórica dentro del “discurso de los derechos humanos” y apuntó la necesidad de crear una “comisión de la verdad”. Hizo un repaso histórico de las exhumaciones que se han ido desarrollando desde que Serrano Suñer ordenó en 1939-1940 que se exhumaran cuerpos de franquistas asesinados por las tropas republicanas. Tras ese paso, que dejó de lado a los republicanos fusilados, llegaron las exhumaciones en 1978 en las que familiares y vecinos de pueblos como Peralta se lanzaron a los campos para recuperar los cuerpos de sus parientes fusilados. “No se auxilió a aquellos familiares, no estuvo la universidad ni nadie les acompañó”, indicó y añadió que a partir de 2000 decidió que en estos 17 años “nos ha llegado a pedir documentación la Guardia Civil, a nosotros y no preguntaban si necesitan algo a los familiares” e incluso “ha habido alcaldes que han cerrado cementerios y han dicho ‘aquí no se entierra a esos republicanos...’ ¡y ese alcalde era elegido en las elecciones!”.
En estos tres lustros de trabajos se han ido añadiendo jóvenes estudiantes que “quedan atrapados para siempre por este trabajo, por la historia que gira alrededor de la tragedia”. En este tiempo se ha actuado en lugares como Fustiñana, Tudela, el fuerte de San Cristóbal, Magallón, Urzante y en más de 500 fosas de toda España, “nunca pensé que fuéramos a exhumar a gente que estaba bajo la custodia del Estado como en San Cristobal” e indicó que el 95% de los esqueletos que han recuperado fueron asesinados, con la única excepción de algunos cuerpos caídos en combate en el frente de Bizkaia.
Precisamente tras el hallazgo de los cuerpos en San Cristobal, en el que llevaban su historia dentro de una botella en un papel de calco, señaló que “no me creo que todo lo que se hizo no esté anotado, estoy convencido que existen originales de toda la documentación de la depuración. Es imposible no dejar rastro”. Igualmente elogió el cambio en las autoridades que “ahora vienen a ver las exhumaciones y salen en la foto... Porque tiene que ser así lo gordo sería que se hiciera una exhumación en Tudela para sacar cuerpos y no viniera nadie del Ayuntamiento o del Gobierno”, tal y como ha sucedido.
Como contraposición señaló que Defensa, en 1996, se encargó de recuperar 2.900 cuerpos de tropas de la División Azul, en Rusia de los que identificaron a 2.510 y trajeron a 44 .
EN CORTO
Torturas. Etxeberria destacó que “los partidos ya no están agobiados por la franja de los estudios sobre el plazo 1936-1939, sino por el de 1939-1978. Entonces se levantarán ampollas con las actuaciones del Tribunal de Orden Público y sus torturas”.
Comisión. Tras la creación de una Comisión de la Verdad tendría que seguir una judicilización de lo descubierto.
Sáhara. Como contraposición de lo que sucede respecto a la Guerra Civil recordó que en el Sahara recuperaron dos esqueletos y el juez Ruz se interesó y tomó cartas en el asunto.
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